El estilo de vida físicamente activo se empieza a desarrollar en la infancia

El objetivo de este estudio publicado el pasado octubre en la revista "Medicine & Science in Sports & Exercise" y realizado por investigadores de la Universidad de Turku en Finlandia fue realizar un seguimiento de la actividad física (AF) desde la edad preescolar hasta la edad adulta, tomando datos en seis grupos diferentes de edad entre hombres y mujeres. A nivel metodológico se examinó una muestra aleatoria de 3.596 niños y niñas de entre 3 a 18 años, participantes de un Estudio de Riesgos Cardiovasculares en jóvenes finlandeses en 1980. Las mediciones se repitieron cuatro veces, en 1986, 1992, 2001 y 2007, y la práctica de AF fue medida a través de los informes de la madre, (realizados a los 3 y 6 años de edad), y la valoración del propio participante, (a partir de los 9 años).

Entre los resultados más destacados, señalar que la información que daba la madre sobre la práctica de AF a los 3 y 6 años, predijo de forma significativa los resultados de la práctica de AF en la juventud y en el primer período de la edad adulta. Por tanto, y a modo de conclusión, decir que esta investigación demuestra que un estilo de vida físicamente activo empieza a desarrollarse muy temprano en la infancia y que la estabilidad en la práctica de actividad física va de moderada a alta desde la juventud a la edad adulta.