Fecha: 01/01/2013
Fuentes: Couto, Mariana MD; Horta, Luís MD, PhD; Delgado, Luís MD, PhD; Capão-Filipe, Miguel MD; Moreira, André MD, PhD. Clinical Journal of Sport Medicine: January 2013 - Volume 23 - Issue 1 - p 74–76
Actualidad
El diagnóstico del asma en deportistas es un reto. Existen muchos fenotipos de asma, y diferentes mecanismos subyacentes que contribuyen a su etiopatogenia. Además, existen diversas alternativas de diagnóstico, y en deportistas, los síntomas no son buenos para el diagnóstico así que es necesaria una evidencia objetiva para confirmar el diagnóstico.
La recomendación de la Comisión Médica del Comité Olímpico Internacional de presentar evidencias objetivas de asma para permitir el uso de Beta-2 Agonistas inhalados, en vigor desde 2002, ha facilitado el estudio del impacto del asma en los diferentes deportes y ha beneficiado a los deportistas asegurando una mejor atención. En 2009, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) hizo extensivo este requisito a todos los deportistas. Sin embargo desde 2009 las directrices de AMA en este aspecto han sufrido diversos cambios.
El objetivo de este estudio es evaluar el impacto de estos cambios en la normativa sobre la medicación solicitada para el asma por los deportistas portugueses.
Para ello se ha realizado un estudio retrospectivo de las solicitudes recibidas en la Autoridad Portuguesa Antidopaje entre los años 2008 y 2010 para la utilización de medicación para el asma.
La introducción en 2009 de la obligatoriedad de un criterio objetivo para el uso de inhaladores hizo que las peticiones se redujeran a aproximadamente la mitad, lo cual hace suponer que existía un gran número de deportistas que recibían medicación basándose exclusivamente en los síntomas.
Los cambios en la normativa en 2010, permitiendo el uso de salbutamol y salmeterol por inhalación con una simple declaración de uso, hizo que hubiera un descenso dramático del número de pruebas de asma en deportistas portugueses.
En el año 2012 la normativa de AMA incluyó el uso sin restricciones de salbutamol, salmeterol o formoterol inhalado siempre que no se excedieran las dosis indicadas. Este cambio podría llevar a un aumento del uso de Beta-2 agonistas de acción prolongada, sin glucocorticoesteroides. El uso de estas sustancias podría enmascarar la inflamación de las vías respiratorias; y esta inflamación podría contribuir a la reducción de los receptores de Beta-2 agonistas.
Aunque la normativa del año 2012 podría parecer más justa y que mejora el acceso al tratamiento por parte de los deportistas asmáticos, introduce problemas de seguridad derivados del uso de beta-2 agonistas sin supervisión ya que, como se desprende de este estudio, los deportistas podrían optar por no llevar a cabo pruebas de diagnóstico del asma.